sábado, 9 de octubre de 2010

Carta de un suicida


Junto al cadáver de un suicida se encontró una carta explicatoria diciendo:

> "No se culpe a nadie de mi muerte. Me quito la vida porque dos días más que viviese sería mucho martirio. He aquí las razones de mi determinación:

> Tuve la desgracia de casarme con una viuda. Esta tenía una hija.
> De haberlo sabido, nunca me hubiera casado con ella.
> Para mayor desgracia, mi padre era viudo y se enamoró y se casó con la hija de mi mujer. De manera que mi mujer era suegra de su suegro.

> Mi hijastra se convirtió en mi madrastra, y al mismo tiempo mi padre era… ¡mi yerno!
> Al poco tiempo, mi madrastra trajo al mundo una niña que era mi hermana, y a la vez era nieta de mi mujer, de manera que yo resultaba siendo abuelo de mi hermana.
> Después, mi mujer trajo al mundo un niño que, como era hermano de mi madrastra, era cuñado de mi padre, nieto de su hermana ¡y mi tío!

>Por lo tanto, mi mujer era nuera de su hija, yo soy en cambio padrastro de mi madrastra, y mi padre y su mujer son mis hijastros, mientras mi hijo es mi bisnieto y a la vez tío de su tía.
> Además, ¡yo soy mi propio abuelo!

Así, pues, me despido de este mundo infame, porque, de veras, no sé quién putas soy. Peor aún que eso. Y es que a lo mejor resulto primo del caballista Álvaro Uribe, hermanastro del tombo de Hugo Chávez o concuñado del indígena de Evo Morales! ¡Así, la vida no vale nada!".